A la hora de realizar reformas en un piso antiguo o en el que ya tenemos, una de las cosas más comunes es tener estancias con suelos diferentes. La transición de los pavimentos, sobre todo entre baños y cocinas, es el pan de cada día de los interioristas. En un mismo hogar puede haber desde terrazo tradicional hasta tarima flotante, todo ello en los mismos metros cuadrados, pero ¿qué pasa cuando queremos unir espacios? ¿cómo podemos integrar los pavimentos sin que quede mal? Marcar diferentes espacios en nuestro pavimento general puede ser una forma de “construir” un espacio virtual diferenciado mediante el efecto visual. Te damos los tips para conseguirlo, ¡sigue leyendo!
Primero veremos cómo podemos hacerlo, y más adelante en qué zonas tiene más sentido aplicarlo.
¿Cuáles son las mejores transiciones para un cambio de pavimento?
En muchas ocasiones buscamos disimular de la mejor manera posible la transición entre pavimentos, ya sea porque se trate de un espacio con diferentes materiales que necesiten un perfil metálico para separarlos o porque alguna zona haya tenido que sufrir una reparación que requiera un cambio de material. Hay varias formas de aplicar estos cambios:
Cambiando la orientación de los azulejos, es decir, si vamos a colocar porcelánico imitación madera podemos romper la dirección y las líneas rectas del pavimento general, y alicatar nuestra nueva zona en espiga, o en perpendicular al otro pavimento. ¡Esta es una zona muy original de colocación y parecerá una alteración decorativa hecha a propósito!
Cambiando el diseño de los azulejos, con esta alternativa podemos dar un golpe de color y aportar un toque decorativo, por ejemplo, si usamos hidráulicos o baldosas de pequeño formato como las de nuestra colección Origin.
Las aplicaciones más comunes
Creando una alfombra, es una de las transiciones más populares. Se basa en combinar dos suelos con materiales muy diferentes, ya sea un mármol y una madera, o un hidráulico y un cemento. Las alfombras sirven para enmarcar los espacios y darles más protagonismo.
Dos alfombras decorativas en el mismo espacio. Una de las ventajas de la cerámica es que, al ser del mismo material, prácticamente todos los modelos tienen el mismo espesor o muy parecido y esto nos permite unir varios modelos de azulejo sin necesidad de recurrir a separadores, perfiles u otros elementos. Por ello, una de las opciones más atractivas es aplicar dos alfombras decorativas en el mismo espacio, aportando vitalidad y alegría a tu espacio, ya que esta opción se realiza especialmente con azulejos hidráulicos.
Delimitar el espacio según su uso, generalmente aplicado en la cocina. Se crea una especie de faldón en todo el frontal del mueble, estableciendo así un área de trabajo. Esto queda especialmente bien si aplicamos el mismo material del pavimento en el revestimiento del salpicadero.
Transiciones de inspiración orgánica, como la de los hexágonos que nos recuerdan a un panal de abejas. Con esta unión de los pavimentos lograremos acabar con los cortes rectos por unos más naturales.
Pero, ¿qué es lo más importante?
Hemos hablado de los efectos visuales que conseguimos con estas transiciones, pero el punto más importante es jugar con las texturas, los colores, las formas y los materiales. Los efectos deben combinar entre sí, y crear contrastes: tonos lisos y estampados, brillos y mates… Esta elección es la que de verdad le dará ese toque especial a tu hogar, llenándolo de personalidad y dinamismo. ¡Atrévete!