No cabe duda de que la piedra y el cemento se han convertido en un claro referente en los diseños del siglo XXI, y siguen a día de hoy conservando su posición como la opción más atractiva, resistente y duradera por la que se decantan interioristas y diseñadores. La piedra aporta una belleza mágica, y eleva cualquier ambiente a la categoría del lujo y la distinción. Si apostamos por la piedra a la hora de vestir nuestros interiores veremos que el estilo del espacio cambia, hay mayor sensación de amplitud y la luz incide en las superficies con un brillo muy especial…
Esto es la fuente de inspiración para crear series como Fiume, una piedra marcada por el paso del agua, consiguiendo un diseño que refleja sobriedad y elegancia en sus cinco tonos: perla, grigio, nero, beige y blu. También encontramos Slate Way, una serie inspirada en una pizarra brasileña que aporta carácter y personalidad con su juego de contrastes y tonalidades.